La intolerancia a la incertidumbre es una dificultad para tolerar situaciones en las que no se sabe qué va a pasar o cuáles van a ser las consecuencias de las decisiones que se toman. Las personas que experimentan este problema pueden sentir una gran ansiedad e incluso miedo ante situaciones desconocidas.
Uno de los momentos en los que la incertidumbre puede suponer un problema es el final de la vida laboral, de la jubilación. Es común que en esta situación las personas experimenten un alto nivel de incertidumbre, ya que están dejando atrás una etapa de su vida que conocen y a la que están acostumbrados, y se adentran en una nueva etapa desconocida. En ocasiones puede resultar complicado aceptar que no saben con certeza cómo será su nueva vida y cómo se adaptarán a ella, a lo que se puede unir la sensación de que ya no se es útil.
La psicoterapia puede ayudar a las personas a aprender a manejar la incertidumbre de manera más efectiva y a reducir su ansiedad. Los enfoques terapéuticos de la terapia cognitivo-conductual (TCC) o del mindfulness pueden ser particularmente útiles para ayudar a las personas a identificar y cambiar patrones de pensamiento negativos, a aprender a tolerar la incertidumbre y a desarrollar habilidades de afrontamiento efectivas.
Si sientes que la intolerancia a la incertidumbre está afectando tu vida diaria y te está generando ansiedad, te animo a que consideres la posibilidad de hacer psicoterapia. La terapia puede ayudarte a aprender estrategias efectivas para manejar este problema, reducir tu ansiedad y mejorar tu calidad de vida en general.